Indígenas convertidos al islam, en los montes de Chiapas.
El próximo año inaugurarán en San Cristóbal la mezquita más grande del país, con espacio para 1.000 personas, gracias a las donaciones llegadas de Oriente Medio.Han levantado una madrasa, La Alpujarra, con unos 20 niños indígenas que leen el Corán. La mayoría de nuevos musulmanes son indígenas Txotiles, que han cambiado el güipil por la chilaba. Indígenas que antes eran evangélicos como Sálima Collazo (antes Julia), de 25 años, que se convirtió con toda su familia. “Antes no entendía nada, tenía el corazón vacío pero el islam me ha cambiado la vida. Me siento diferente”, resume. “Al principio, por usar el pañuelo la gente se burlaba de mí y me decía que si estaba enferma o tenía bichos ”, recuerda.La mayoría de nuevos musulmanes son indígenas Txotiles, que han cambiado el güipil por la chilaba. Indígenas que antes eran evangélicos como Sálima Collazo (antes Julia), de 25 años, que se convirtió con toda su familia. “Antes no entendía nada, tenía el corazón vacío pero el islam me ha cambiado la vida. Me siento diferente”, resume. “Al principio, por usar el pañuelo la gente se burlaba de mí y me decía que si estaba enferma o tenía bichos ”, recuerda. La mayoría de nuevos musulmanes son indígenas Txotiles, que han cambiado el güipil por la chilaba. Indígenas que antes eran evangélicos como Sálima Collazo (antes Julia), de 25 años, que se convirtió con toda su familia. “Antes no entendía nada, tenía el corazón vacío pero el islam me ha cambiado la vida. Me siento diferente”, resume. “Al principio, por usar el pañuelo la gente se burlaba de mí y me decía que si estaba enferma o tenía bichos ”, recuerda.
La mayoría de nuevos musulmanes son indígenas Txotiles, que han cambiado el güipil por la chilaba. Indígenas que antes eran evangélicos como Sálima Collazo (antes Julia), de 25 años, que se convirtió con toda su familia. “Antes no entendía nada, tenía el corazón vacío pero el islam me ha cambiado la vida. Me siento diferente”, resume. “Al principio, por usar el pañuelo la gente se burlaba de mí y me decía que si estaba enferma o tenía bichos ”, recuerda.La mayoría de nuevos musulmanes son indígenas Txotiles, que han cambiado el güipil por la chilaba. Indígenas que antes eran evangélicos como Sálima Collazo (antes Julia), de 25 años, que se convirtió con toda su familia. “Antes no entendía nada, tenía el corazón vacío pero el islam me ha cambiado la vida. Me siento diferente”, resume. “Al principio, por usar el pañuelo la gente se burlaba de mí y me decía que si estaba enferma o tenía bichos ”, recuerda.
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